¿Cómo se prueban los cosméticos veganos?

Aunque los cánones de belleza han ido variando, el cuidado del aspecto es algo por lo que la humanidad se ha preocupado especialmente a lo largo de la historia. En las antiguas civilizaciones a la cosmética ya se le daba un lugar preferente y tanto hombres como mujeres cuidaban casi al milímetro su aspecto con elementos naturales como plantas aromáticas. Incluso durante la Edad Media, donde la higiene se había relegado a un segundo lugar, los productos cosméticos seguían teniendo una gran importancia. Sin embargo muchos de los productos que se utilizaban podían acabar resultando realmente perjudiciales para la salud.

No obstante, dejando un poco de lado la historia, en este artículo nos centraremos en explicar cómo es la cosmética de hoy en día, cómo se fabrica y las consecuencias que genera.

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La cosmética en la actualidad

Desde que los primeros productos cosméticos y de belleza se empezaron a comercializar, estos se han estado probando en animales. Además, para poder ser comercializados de forma segura, muchos países obligaban que así fuera. Dichas pruebas se realizaban sobretodo en conejos, ratones y monos; se probaban en ellos tanto ingredientes específicos cómo productos cosméticos en su versión final. A menudo estos animales eran obligados a ingerir las sustancias o se les aplicaba en su piel afeitada durante repetidos días.

Este hecho es algo que, especialmente durante el último siglo, ha horrorizado a muchas personas que se han atrevido a investigar de dónde proceden y cómo se fabrican los productos que utilizan.

Una alternativa que se crea para combatir la crueldad que hay detrás de los productos cosméticos es la llamada Cosmética Vegana. En algunas ocasiones, hay diferencia entre productos veganos y cruelty free, pues se entiende como productos veganos aquellos que no contienen ningún ingrediente procedente de animales. Aunque en realidad el veganismo es más una filosofía que promueve el respeto hacia la naturaleza y sus seres vivos.

El término Cruelty Free hace referencia a que la fabricación de ese producto no conlleva sufrimiento de ningún animal, aplicable a la industria textil y otras más. En este caso, la industria cosmética.

Llegados a este punto, imaginamos que os estaréis preguntando: si no se prueban en animales ¿cómo se garantiza que los cosméticos no perjudican a quien los usa? De nuevo, la ciencia y experimentación entran en juego:

Para probar los cosméticos, se crean tejidos similares a los animales de forma sintética. Asimismo, con los años que se han estado realizando pruebas en animales, se conocen de forma exacta los efectos de ciertos elementos en la piel.

Para identificar que un producto no ha sido probado en animales, existen algunas certificaciones reguladas como la PETA , Leaping Bunny o Cruelty Free Kitty

Algunos métodos alternativos a la prueba en animales son los siguientes:

· Cultivo de células de forma tridimensional. De esta forma consiguen recrear tejidos de piel y ver las reacciones que provocan de una forma mucho más exacta e interactiva.

· Órganos y cuerpos donados a la ciencia. Estos nos permiten conocer mucho más acerca de la piel humana y de los elementos que provocan malas reacciones.

· Simulaciones por ordenador con todos los datos que se han recogido a lo largo de años. Con investigación y pruebas en voluntarios se pueden recrear tejidos y cuerpos humanos de forma que se puedan realizar todas las pruebas necesarias y ver las reacciones con una precisión estadística increíble.

· Voluntarios. Tras haber probado que los componentes del cosmético no son perjudiciales para los usuarios, se prueban textura, comodidad, etc. en voluntarios que están dispuestos a ello.

Conforme a las investigaciones que se han realizado, estos métodos resultan cada vez más económicos y mucho más precisos. Sin embargo, hay países cómo China que siguen obligando a realizar estas pruebas en animales, aunque tenemos la esperanza de que acabarán aceptando las mejoras que conllevan tarde o temprano.

La innovación que hay detrás de ellos y los años de investigación que nos han permitido alcanzar este punto es prueba de cómo evolucionamos y vamos hacia un futuro en el que la naturaleza y la humanidad conviven libremente.

¡Esperamos que podamos haberos solucionado las dudas que tuvierais acerca de cómo se prueban los cosméticos cruelty free y veganos! Si usáis productos cosméticos, os recomendamos apostar por los que lleven cualquiera de estas dos certificaciones. Normalmente su precio no suele variar, y actualmente podéis encontrarlos en cualquier tienda de cosmética.

Si no lo haces por ti, hazlo por ellos. ❤🐰🐥🐹🐱🐶🐵❤

Fuentes: https://www.crueltyfreeinternational.org/why-we-do-it/alternatives-animal-testing

2 comentarios en “¿Cómo se prueban los cosméticos veganos?”

  1. María Inmaculada Rojas

    Qué tal?

    Después de haber leído su argumento de vegano y cruelty free, no hay una aclaración exacta que diga que sus productos son cruelty free. Doy por hecho que sus productos lo son.

    Un saludo

    1. Cristian Meroño

      ¡Hola María! Nuestro productos son veganos y sin crueldad animal, ya que no contienen derivados de los mismos. La razón por la que no hacemos ninguna declaración al respecto es que nosotros de momento no comercializamos cosméticos, ni productos que contengan posibles alergenos o produzcan reacciones dermatológicas. De todas formas estamos preparando una gama de productos cosméticos e higiene personal que serán cruelty free y veganos, continuando con los valores de nuestra marca.

      ¡Esperamos haber resuelto tu duda! Gracias por leer nuestro artículo

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